
NO ES TAN GRAVE COMO PARECE…
enero 31, 2025
PERFECTOS NO, COMPLETOS SÍ
marzo 2, 2025Este blog tiene una particular intención. Una intención, que, además, surge de una motivación personal. O quizá sea más adecuado llamarla una frustración personal: sigo viendo a mi alrededor personas en consulta, que conozco, amigos, familiares, etc., que siguen sufriendo por una carencia básica que históricamente los seres humanos hemos tenido y es la falta de autoconocimiento, la falta de saber realmente quiénes somos.
Cada vez estamos más engañados, más automatizados, cada vez tenemos capacidades más grandes para distraernos. Ruidos más fuertes en los cuales perdernos y por supuesto, olvidarnos de lo importante que es mirar hacia adentro y tratar de entender aquello que nos ocurre. Conocernos a nosotros mismos es una necesidad básica que solemos ignorar. Y es que no es fácil, pues implica que nos hagamos preguntas difíciles que tienen que ver con qué está pasando con nosotros, dónde estamos y si realmente queremos seguir viviendo como lo hacemos, o mejor queremos orientarnos hacia otros proyectos. Esto hace del proceso de autoconocimiento un proceso fundamental en la vida de cualquier ser humano, y es una de mis frustraciones personales ver como muchos de los errores y sufrimientos que cometen las personas con las que trabajo y que conozco, habrían podido evitarse si hubieran partido del hecho de conocerse a sí mismos. Es más, aunque dedico mi vida a ello, es una frustración ver como me encuentro a mi mismo cometiendo errores que pude evitar prestando atención hacia lo que ocurría en mi interior.
Si las personas tuvieran más claro cuáles son sus luces y sus sombras, aquello que está bien, aquello que no está tan bien en ellos o en ellas, disminuirían de forma importante el riesgo de equivocarse y generar sufrimiento innecesario. Sin embargo, la mayoría de nosotros vive actuando o vive una vida donde aparentemente cree que se conoce y por eso se tropieza y comete más errores de los que podría cometer. Conocernos a nosotros mismos o invitar a otros a hacerlo tiene un propósito profundamente compasivo y autocompasivo, pues parte del deseo profundo de disminuir las formas en que nos enredamos y terminamos generando sufrimiento.
Dicho esto, es importante señalar que no es fácil transitar ese camino de exploración interior. No hay una fórmula simple para el autoconocimiento: los seres humanos somos complejos, estamos llenos de matices y múltiples dimensiones que se manifiestan de formas muy diferentes. Somos ricos en fenómenos internos y por lo tanto explorarlos se constituye en una experiencia maravillosa, pero no necesariamente cómoda. En la época de las soluciones inmediatas y milagrosas, ten mucho cuidado con la frustración que esto puede generarte al aplicarlo a tu propia navegación interior. Y aquí tenemos un inconveniente grave, puesto que, aunque muchas de estas propuestas salen de las buenas intenciones de autores, maestros, profesores, terapeutas, no necesariamente contribuyen al bienestar de la mayoría y puede que apliquen solamente a algunas personas en particular, mientras que a otras se les pueden convertir en maneras de complicarse aún más o de generar más sufrimiento.
Y es que en nosotros habitan contradicciones, podemos habitar diferentes personajes, a veces nuestros pensamientos no coinciden con nuestras emociones, estas mismas pueden salirse de control o nuestra cabeza realmente funciona más locamente y más desordenadamente de lo que nosotros creemos. Estamos acostumbrados a creer que somos una línea recta fácilmente conocible y predecible, y eso hace que el proceso de conocernos a nosotros mismos no sea tan sencillo. Pero lo cierto es que cuando damos un vistazo interior, nos damos cuenta de que nuestras dimensiones no funcionan en una línea lógica tradicional, no son fáciles de determinar, no son fáciles de simplificar, no son fáciles de controlar. Y esto, querida y querido lector es lo que hace de conocer a profundidad esta aventura humana una experiencia maravillosa.